Guerras y Constituciones
La historia colombiana, desde 1810, se ha visto manchada por una serie de sucesos políticos cuyo impacto a generado repercusiones no solo en la administración del país, sino también en su desarrollo capitalista, en el manejo de su territorio, en sus relaciones con la iglesia y en su imagen como estado libre de derechos.
Iniciando este breve resumen, resaltamos el tema por el que el autor inicia a desarrollar la idea: la muerte del libertador Simón Bolívar. Ante este hecho ocurrido en 1830, la Nueva Granada sufrió un proceso de división entre sus regiones y una serie de cambios llevados a cabo por el entonces presidente Francisco José de Paula Santander. Bajo ideas liberalistas, Santander logró reducir el ejército, promover la educación por medio de colegios públicos, bibliotecas y universidades, reestableció las relaciones con la iglesia y el vaticano y mandó a diseñar el escudo para representar a la república cuyos símbolos consistían en el cóndor, las banderas, el istmo de Panamá y el lema “Libertad y Orden”.
La muerte de Bolívar y el ascenso al poder de Santander ocasionó en Colombia lo que se conocería como la guerra de poder entre conservadores y liberales. Para aquel entonces eran conocidos simplemente como bolivarianos y santanderistas. Para 1849 y con la fundación del partido conservador por parte de Mariano Ospina Rodríguez y José Eusebio Caro las disputas en el poder empezaron a marcar con fuerza la política colombiana.
Hablando de fundación de partidos, inicialmente, los “partidos” se dividían en izquierda y derecha. En la derecha encontrábamos a quienes conocemos hoy en día como los conservadores y en aquel entonces los godos, y en la izquierda los actuales liberales, conocidos en aquella época como los patriotas. Históricamente, los retrógrados pasaron a llamarse “ministeriales” y después conservadores. Los santanderistas, quienes fueron llamados federalistas luego fueron conocidos como civilistas y finalmente como liberales. Durante este periodo de tiempo, los partidos realizaron alianzas tales como la de la iglesia con el estado, la civilización contra la barbarie, la creación de gobiernos fuertes y un ejército permanente. Lo que hace curioso este proceso histórico no son las guerras de ideales que ambos partidos: conservador y liberal, querían imponer, sino los medios, recursos y acciones que cada disputa trajo consigo.
Haciendo un breve paréntesis, el autor menciona dos términos que considero importante para el desarrollo de este resumen: en primer lugar, se habla de los Gólgotas, llamados así por su inspiración en el sacrificio de Cristo en el calvario, estos eran librecambistas, civilistas, legalistas, federalistas y su papel en la historia se les conocería más adelante como radicales que iban a monopolizar el poder en las décadas siguientes. Por otro lado, los llamados draconianos, por el implacable legislador griego Dracón, conocidos por ser proteccionistas, centralistas, autoritaristas, nostálgicos de un fantasioso bolivarianismo libertario, e imprecisamente socialistas de oídas.
Retomando la línea de nuestro texto. El autor menciona un factor importante que conllevó a las múltiples crisis sociales y económicas que enfrentó Colombia durante el siglo XIX. La diferencia de ideología y la lucha por el poder conllevaba a una guerra civil y cada guerra una nueva constitución y, por ende, cada constitución provocaba una nueva guerra generalizada. Es el caso, por ejemplo, de José Ignacio de Márquez, una vez fue sucesor, procedió a dar educación pública, manejo la protección de la artesanía local y obras públicas. Sin embargo, todo esto ocasionó una guerra civil.
El proceso comenzó con la generación de rivalidades entre varias regiones, posteriormente, iniciaron los altercados entre la iglesia y el Estado, juicios políticos, fraudes electorales y crisis económicas. De manera que, esta primer guerra, conocida como “La de los supremos” se caracterizó porque cada caudillo que participaba, se auto consideraba director supremo de la guerra que transcurría en su provincia.
Así como está, durante el siglo XIX transcurrieron múltiples guerras civiles (Guerra magna, Guerra de las escuelas, etc.) cuyos impactos se ven reflejados en las nueve constituciones que tuvo Colombia solo en este siglo: 1811; 1821; 1830; 1832; 1843; 1853; 1858; 1863 y 1886. Cada una reflejaba las ideologías políticas entre liberales y conservadores y las ideas de “nación” que cada presidente que las afrontaba quería implantar sobre el país.
Finalmente, y a mi parecer, es claro que Colombia se ha visto afectada por múltiples guerras crueles y un sin número de políticos partidistas cuyos aportes a la evolución del estado solo generaron más atrasó, inestabilidad política, inconformidad social y crisis territoriales y económicas. Cada guerra civil impuesta por los diferentes ideales y el poder de gobernar solo traía consigo una serie de estragos, atrasos al país y aislamientos. Tal y como lo dice el autor: el de arriba jugaba a la política y el de abajo solo colocaba los muertos.
Reflexión:
Con todos los conflictos internos que se han presentado en nuestro pais, hemos pasado a ser reconocidos en el extranjero por estos problemas. Decir que eres Colombiano en otro país genera relación con el narcotráfico y con las drogas. Un ejemplo de esto es el reciente titular de el diario la repubblica en Italia que se observa en la siguiente imagen:
¿Acaso en Colombia no pueden nacer personas brillantes? o ¿Un Colombiano solo puede ser reconocido por hacer parte de actividades ilegales? Esto no es así. Por esto, el personaje que considero que es lo peor que pudo existir en Colombia es Pablo Escobar. Más de 27 años después de su muerte sigue manchando el nombre del país debido a su horrible legado y a su influencia que incluso en la política, hoy sigue causando problemas. Durante su reinado en el negocio de las drogas, muchas personas inocentes murieron. Políticos y militares fueron asesinados por sus sicarios y muchas edificaciones y centros de alta afluencia de personas en Bogotá fueron atacados con bombas. Uno de los hechos más dolorosos fue la explosión del avión de Avianca en el aire como resultado de un intento de asesinato de un político de la época.
Pero no solo eso. Hoy en día es normal escuchar a los niños decir que ellos quieren ser como este verdugo cuando sean grandes. Esto debido a la falta de educación y a la mentalidad de avaros que se ha sembrado en nuestra sociedad y que a mi modo de ver, es lo que está generando tantos problemas en nuestra sociedad actual.
Ahora voy a hablar de una persona que, a mi modo de ver, es un buen ejemplo de alguien que representa muy bien a su país y deja en alto nuestro nombre.
Ella es Diana Trujillo, una mujer supremamente brillante que ha sido noticia en lo últimos días. Este es un muy buen ejemplo de esfuerzo y búsqueda de oportunidades. Para empezar, Diana es una mujer nacida en Cali que a sus 17 años se fue a los Estados Unidos con el objetivo de mejorar su inglés. Trabajó como ama de llaves y finalmente ingresó a la universidad de Florida para realizar sus estudios como ingeniera aeroespacial. Un día vio una publicación de la Nasa hablando del papel de la mujer en la ciencia y de las oportunidades de trabajo en la Nasa y decidió postularse, y para sorpresa de ella y luego de mucho esfuerzo, terminó siendo una de las investigadoras más importantes de la misión de la Nasa en marte.
La última semana fue tendencia mundial cuando, además de desempeñares como jefe de la misión, narró el amartizaje de perseverance, el proyecto de robotica que ella lideró.
Pero, ¿Por qué considero que Diana es una muy buena influencia para los Colombianos? Es simple. Ella es el ejemplo perfecto de que lo más importante para ser un ejemplo a seguir es el esfuerzo y la dedicacion, y que no solamente se puede ser reconocido en un pais como el nuestro por realizar actividades ilegales.
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